El estado en el que se encuentra la salud mental de los empleados está condicionado por parámetros de consecuencias negativas como el estrés laboral, el absentismo laboral de larga duración y el impacto general que esto supone en la salud integral. La salud mental es el pilar más importante de la salud integral según nuestro estudio 360 Well-being Survey. Así mismo, el 40% de los empleados espera obtener respaldo de su empresa para cuidar de su salud mental, pero tan solo el 24% les proporciona esta ayuda. Teniendo en cuenta que la prevención es la clave para crear conductas saludables que eviten la aparición de problemas de salud mental, ha llegado el momento de que las empresas tomen medidas para ayudar a sus empleados a desarrollar y mantener su bienestar mental.

Empezando por el principio: ¿qué entendemos por salud mental?

Se habla mucho de salud mental, pero ¿entendemos realmente el concepto? Empecemos por el principio para comprender realmente lo que significa salud mental.

Independientemente de quiénes somos o del momento vital en el que nos encontremos, desde que somos pequeños hasta que nos convertimos en adultos nuestra salud mental nos ayuda a gestionar el estrés, a afrontar los cambios y los desafíos de la vida y a tomar decisiones y elecciones con fundamento. La salud mental puede afectar a nuestras emociones, pensamientos y comportamiento y, si no la tratamos, puede manifestarse incluso a nivel físico: desde dolores sin razón hasta pérdida o aumento de peso y fatiga, entre otras cosas.

Por desgracia, no existe un interruptor de encendido y apagado para la salud mental, y es algo más que la ausencia de emociones negativas. La salud mental comprende un amplio abanico de posibilidades dentro del bienestar que van desde sentirse realmente bien, cuando la resiliencia es alta y existen comportamientos saludables proactivos, hasta una mala salud mental, donde nos enfrentamos a una resiliencia baja, depresión y ansiedad, entre otras cosas. Existen distintos factores de riesgo que pueden afectar a la salud mental: las finanzas, la salud física, la vida en el hogar, la familia y el trabajo. Y como no hay dos personas iguales, los niveles de resiliencia y los mecanismos de superación varían de una persona a otra. Es decir, lo que funciona bien para una persona en la gestión de su salud mental puede que no funcione para otra.

Todos estos factores determinantes pueden hacer que el hecho de comprender el impacto real que suponen todos los estados de bienestar mental, no solo en nuestra salud física, sino también en nuestra salud integral, se convierta en todo un reto.

Entender la relación entre salud mental y física

A pesar de que se habla mucho sobre salud mental en los medios de comunicación y contamos con famosos embajadores en todo el mundo, los problemas de salud mental y la exposición sobre el bienestar emocional, por desgracia sigue siendo un estigma. Los falsos mitos sobre salud mental pueden causar graves problemas a las personas que ya tratan de gestionar y vivir con un problema de salud mental. La falta de comprensión por parte de amigos, familiares y compañeros de trabajo puede provocar que la persona sienta que no tiene una red de apoyo y que sea reacio a la hora de hablarlo o de buscar ayuda o tratamiento. Se trata de una espiral que solo causa más ansiedad, contribuyendo aún más a los problemas de salud mental existentes.

La falta de comprensión y la reticencia para acceder a un tratamiento hacen que se manifiesten los síntomas físicos de una mala salud mental. Los problemas mentales y físicos suelen coincidir y pueden influirse mutuamente. Los problemas de salud física aumentan considerablemente el riesgo de desarrollar problemas de salud mental y viceversa. Sin embargo, desde siempre, la salud física y la mental se han tratado por separado, centrándose en una o en la otra, y no en conjunto.

Cuando esto ocurre, puede derivar en una atención médica deficiente y puede provocar numerosos inconvenientes para quienes ya conviven con problemas de salud mental, lo que conduce a:

• determinantes sociales y ambientales más amplios de mala salud, como pobreza, desempleo, mendicidad y encarcelamiento.
• estigmatización, discriminación, aislamiento social y exclusión.
• aumento de hábitos que suponen un riesgo para la salud, como el tabaquismo y una mala alimentación.
• falta de apoyo para acceder a la atención médica y preventiva.
• ignorar los síntomas físicos, que pueden requerir tratamiento, y considerarlos parte de un diagnóstico existente de salud mental. ¹

Cuando se trata de cuidar de la salud mental y física, es necesario actuar desde un enfoque más integral. Este enfoque comienza por ayudar a las personas a reconocer el valor de las soluciones médicas y, al mismo tiempo, a dotarlas de las herramientas adecuadas para que hagan frente a los numerosos factores de estrés que se producen en su entorno más próximo y a mejorar su salud y bienestar general.

El apoyo a la salud mental comienza en el lugar de trabajo

¿Qué importancia se da al bienestar mental en tu lugar de trabajo? Quizá te sorprenda saber que el 61% de las personas padecen estrés, siendo el estrés laboral, las preocupaciones económicas y el futuro incierto los principales causantes.  El 78% de las personas afirman que están "siempre conectadas" ¿¿es así en tu lugar de trabajo??  Esta forma de trabajar no es sostenible a largo plazo y tiene un impacto negativo en la salud mental del empleado.

Con la cantidad de tiempo que pasan las personas todos los días en el trabajo, el lugar de trabajo puede ser un entorno muy importante en materia de salud mental y bienestar general. Un entorno de trabajo positivo y propicio puede marcar la diferencia entre un empleado que se sienta bien y uno que esté al límite de sus capacidades.

Aunque la resiliencia humana es innata, cuando se trata de tus empleados y de su salud mental, es importante recordar que no hay dos empleados iguales y que su vida es mucho más que su trabajo diario. Su salud personal (física o mental), su bienestar familiar, sus preocupaciones económicas, su conciliación entre la vida laboral y personal y su acceso a la atención médica son factores que afectan a su salud en general y que desempeñan un papel importante en su capacidad para ser productivos. Los empleados se dirigen a sus empleadores en busca del apoyo que necesitan para mejorar su salud, ser más fuertes y resilientes y que puedan prosperar.

Los empleados que se sienten respaldados por su empresa tienden a sufrir menos síntomas de salud mental, es menos probable que sean poco productivos y falten al trabajo y es más probable que se sientan cómodos hablando de su salud mental en el trabajo.

¿Cómo pueden las empresas gestionar y apoyar la salud mental de los empleados en el lugar de trabajo?

Las medidas para el bienestar de los empleados en el lugar de trabajo ya no son "algo bonito" que se ofrece. Ahora son una obligación empresarial y, cada vez más, son motivo de conversación en la sala de juntas.  El cuidado de la salud mental es un componente fundamental de cualquier iniciativa para mejorar el bienestar integral en el lugar de trabajo.

Nuestro modelo de bienestar mental de salud integral ayuda a los empresarios a centrarse tanto en la prevención como en la resiliencia, además de proporcionar apoyo a los empleados que se enfrentan a problemas de salud mental. Proporcionamos a las empresas las herramientas y el marco necesarios para proteger y apoyar la salud mental de los empleados en el lugar de trabajo.

Nuestro modelo de bienestar mental de salud integral promueve que los empleados cuiden de sí mismos y de su salud mental a diario para desarrollar, proteger, mantener y mejorar su salud integral.

Nuestra solución de bienestar mental de salud integral inspira a las personas para crear conductas saludables que les permitan afrontar mejor los desafíos de la vida, al mismo tiempo que les ayuda a desarrollar y mantener la resiliencia para vivir mejor y de forma más saludable.

^{1 https://ukhsa.blog.gov.uk/2018/12/18/health-matters-reducing-health-inequalities-in-mental-illness/}