Desde alteraciones del sueño, preocupación, cambios de humor, aislamiento social y dificultad para concentrarse, así como algunos síntomas físicos como dsolores de cabeza, tensión muscular o problemas gastrointestinales, son las consecuencias más habituales del estrés financiero.
La adopción de estrategias para manejar las preocupaciones financieras puede ser útil para reducir estos síntomas y mejorar la salud general. Para ello, puedes:
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- Abordar las preocupaciones financieras mediante la planificación.
- Establecer un presupuesto de forma clara y realista.
- Dedicar una parte de los ingresos al ahorro y pago de deudas.
- Comprar de manera consciente y no por impulsos o descuentos.
- Evitar las comparaciones con los demás en términos financieros.
- Contar con una educación financiera o con asesoramiento profesional.
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